jueves, 4 de julio de 2013

Tu cuerpo...


Cuando por primera vez...
tu cuerpo contemplé,
cuando por primera vez....
Tu cuerpo observé… ¡Oh! Cuerpo majestuoso

Cuando por primera vez,
tu cuerpo toqué,
cuando por vez primera...
tu cuerpo acaricié... ¡Oh! Cuerpo misterioso…

El primer abrazó que me diste…
la primera vez que entraste en mi vida…
la primera vez que abriste mis ojos,
la primera vez que recuperaste mi memoria,
la primera vez que activaste mi corazón.
Cuando por vez primera me dejé usar,
cuando por primera vez me dejé derretir...
cuando por primera vez  me dejé abrir…
la primera vez... ¡Oh! Cuerpo amoroso…

La primera vez que te vi...
muy cerca de mí...
y acercándome a ti,
te acaricié, te besé y entraste en mi vida...
Para alegrarme,
para llenarme de paz,
llenarme de amor,
llenarme de confianza...

Cuando por vez primera,
contemplé tu cuerpo sensual,
y dije: “nada se compara a las artes barrocas”.

Cuando por primera vez
contemplaba tu cuerpo...
Dije: “he ganado el cielo”.
Cuando acaricié tu cuerpo,
dije: “he ganado el paraíso”.
porque cada vez que te acaricio,
me siento libre de problemas y preocupaciones;
libre de cadenas, libre de egoísmo,
libre de pereza, libre de ironía y
libre de desesperación...

Cuando te levanté en mis manos,
cuando en el aire contemplaba tus encantos,
tu sonrisa, tu belleza, tu rostro, tu cuerpo,
tus cabellos radiantes,
tus ojos... lumbreras gigantes…
Cuando contemplaba
tu cuerpo vigoroso, quiero decir,
misterioso y ultrasensible.

Cuerpo místico,
cuerpo sacramental,
cuerpo sobrenatural,
cuerpo único.

Cuerpo venerable,
jamás vulnerable,
cuerpo lleno de amor,
cuerpo lleno de perdón,
cuerpo que se da como don,
cuerpo que se da sin temor,
cuerpo insoportable.

Cuerpo lleno de misericordia…
tu cuerpo inquebrantable,
tu cuerpo inviolable,
tu cuerpo invisible,
tu cuerpo insoluble,
cuerpo monumental,
cuerpo divino...

Cuando por primera vez contemplé tu cuerpo...
¡Tu cuerpo!... Sí, tu cuerpo.
Cuerpo que en un segundo me ha enamorado,
en un segundo me ha cautivado,
en un segundo me ha convencido.
Cuerpo que me tiene con vida...
cuerpo que ha tomado mi vida.

Cuerpo que ha dado fuerza
a mi cuerpo frágil,
a mi cuerpo débil
a mi cuerpo vulnerable... ¡Oh! Cuerpo majestuoso.

Cuerpo que me valora,
cuerpo que me aprecia,
cuerpo que me sonríe,
cuerpo que me aconseja,
cuerpo que me habla... ¡Oh!  Cuerpo admirable.

Cuerpo que me excita,
cuerpo que me enamora,
cuerpo que me ilumina,
cuerpo que me envenena,
cuerpo que me exige seguirlo,
cuerpo que me mantiene en paz,
cuerpo que me da paz,
cuerpo que me da alegría
y me aleja de la fantasía.

Tu cuerpo,
sólo tu cuerpo,
no es cierto, es cierto,
comprensible, incomprensible,
me has enamorado con tu cuerpo,
con tu belleza...Sí, con tu belleza.
¡Has robado mi corazón con tu cuerpo!...
¡Has robado mi vida con tu cuerpo!

Cuerpo que no todos ven,
cuerpo que para muchos
no existe.
Cuerpo que ofrece vida,
tu cuerpo... Sí, tu cuerpo.

Ahora que soy tu fiel enamorado,
soy la persona que piensa en ti cada día,
soy la persona que te admira,
la persona que te adora,
he sido destinado para ponerme a tu servicio,
quiero amarte, ayúdame a amarte,
quiero corresponder a tu amor.
Me has dado la oportunidad de contemplar tu cuerpo;
seguiré contemplándote, ya que depende mí,
porque tú siempre estas disponible,
gracias… ¡Oh divino amor!
Contemplarte y verte
no es igual... Gracias…

Tu cuerpo ahora es mi cuerpo,
porque he sido invadido
por tu cuerpo místico,
por tu cuerpo sobrenatural,
por tu cuerpo sacramental.

Tu cuerpo,
mi cuerpo,
muchos cuerpos,
Noooooooooooo
sólo mi cuerpo y tu cuerpo;
en los momentos de pasión,
en los momentos de amor,
en los momentos de entrega,
en los momentos de intimidad,
en los momentos de felicidad;
¡tu cuerpo y mi cuerpo!
juntos hasta la eternidad.

Prometo cuidar tu cuerpo en mí,
prometo cuidar y acariciarte con delicadeza,
prometo limpiar tu espacio en mi vida,
prometo mantener santa tu habitación... mi corazón.

Tu cuerpo y mi cuerpo,
¡oh! cuerpo sacramentado,
yo creo que existes;
gracias por revelarte,
gracias por ofrecerte,
gracias por entregarme tu cuerpo,
gracias por entrar en mi vida...

Gracias por invadir mi ser,
no dejo de pensar en la única
belleza que me hace feliz,
belleza perenne,
belleza inviolable,
belleza y cuerpo intangible,
a la vez tangible
porque has revelado tu cuerpo
ante mis ojos.

Te has dejado sentir,
te has dejado amar,
conmigo no te has equivocado,
siempre estaré presente para que me uses,
estaré presente para que te lleve a los demás,
para que te proclame como el único que purifica y santifica.
Único cuerpo santificante,
único cuerpo purificante,
único cuerpo vivificante.

Él único cuerpo,
la única salvación,
la única belleza,
el único amor,
para mí, así es tu cuerpo
y escribo lo que he visto y contemplado,
lo que ahora amo.

¡Tu cuerpo y mi cuerpo!
¡Oh! Jesús Sacramentado.



No hay comentarios:

Publicar un comentario